La trama central de Esperando Septiembre es un cuento que envuelve a cinco personajes en torno a un tesoro. Pero este tesoro para poder ser disfrutado conlleva una condición: tiene que colaborar para transformarlo en moneda en curso.
Con esta trama como propuesta, invité a cinco actores a diseñar sus personajes. Los actores estaban sujetos a unos puntos de giro que yo les imponía, pero por lo demás, podían decidirlo todo sobre su personaje, quién era, a qué se dedicaba, cuál era su problema e incluso cómo iba a terminar.
De manera individual fui concertando citas con cada uno (ninguno de los cinco sabía quiénes eran los demás) y fueron sucediendose las conversaciones actor-directora en las cuales se dotó a cada creación de aspectos muy cotidianos. Esta manera de crear dio lugar a personajes muy creíbles y de una gran humanidad.
Con las notas de todas las reuniones hice una escaleta que fue la piedra angular del proceso de grabación. El guión con los diálogos y la grabación de la película se sucedian a la vez. Yo escribía una secuencia y esta se grababa unos días más tarde. Se utilizaba lo que la localización ofrecía en el momento en que nos encontrábamos en ella. La manera de trabajar era rápida y espontánea, abierta a las ideas de todos y aprovechando al máximo el entorno.
El actore Fele Martínez conoció el proyecto cuando ya estaba comenzado y decidió apoyarlo encarnando el personaje de Valentín.
La entrega de este grupo de personas en torno a esta historia y a este proceso, fue unánime
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